Terapia de Pareja
“El secreto de las relaciones de largo recorrido es
Amar en Presente Continúo
No es una “amar”
es un “estar amando”
día a día.”
Tania Evans©
Amanecemos al mundo con unas necesidades físicas básicas que han de ser cubiertas para asegurarnos sobrevivir como individuos y como especie: respirar, beber, comer, el sexo y la homeostasis o equilibro interno.
Podemos estar sin sexo mucho tiempo. Aparentemente no sucede nada, pero a largo plazo el ser humano se extinguiría. Sobrevivimos unos 40 días sin comer y sin agua entre 3 y 5 días. Sin respirar, apenas un par de minutos en el mejor de los casos.
Por tanto, que es necesario respirar, alimentarse e hidratarse para sobrevivir es algo que la mayoría tiene claro. Saber hacerlo de una manera saludable que nos lleve a disfrutar de una vida longeva, llena de salud, bienestar y plenitud, es otro cantar.
¿Por qué habría de ser diferente con cualquier otro organismo vivo?
Las relaciones son sistemas vivos que necesitan atención y cuidado no solo para que sobrevivan al hábitat en el que se encuentra, sino para gozar de plena salud y continuar creciendo y desarrollándose con el paso del tiempo.
En la relación de amor hacia uno mismo o hacia otro Ser Humano elegido como compañero de vida, es exactamente igual
No me cansaré de repetir (por necesario) que no es cierto que la pasión se acabe o que el amor venga con fecha de caducidad. Lo que caducan son los «actos de amor» que realizábamos al principio. Aquello que nos conquistó.
Al inicio de la relación, cuando la química está en plena ebullición nos resulta inevitable dedicar toda nuestra energía a la persona que nos ha conquistado. Por la misma razón, incluso mostramos comportamientos que no son exactamente de nuestro día a día una vez pasado el “enamoramiento” como: son la escucha atenta; el tiempo de dedicación a la relación; los besos y abrazos constantes; los detalles como llenar de post it la casa con mensajes de amor; no dormir para poder acompañar en todo lo posible al otro o las palabras bonitas y elogios. Con el tiempo todo esto, tiende a decrecer en la mayoría de las relaciones y con ello, también disminuye la percepción de sentirse amado
Hoy nos vamos a ocupar de uno de los actos de amor que realizamos en la fase de enamoramiento y que se ha de ir adaptando a medida que la relación avanza y perdura en el tiempo: el interés por conocer, comprender, compartir, agradar y sostener a la persona que me acompaña.
Para ello una gran herramienta nos la proporciona Gary Chapman con su desarrollo de “Los 5 lenguajes del amor”. Os acerco una descripción orientativa de cada uno de los lenguajes para que podáis familiarizaros con la idea y los términos.
1º. Palabras de afirmación. Se trata de utilizar palabras que edifiquen. Aprender el tremendo poder de las palabras para afirmarse el uno al otro. Hay varios dialectos. Uno sería los cumplidos verbales, o las palabras de aprecio, son poderosos comunicadores de amor. Se expresan mejor en afirmaciones directas y sencillas. Otro sería las palabras alentadoras (“alentar: animar, infundir aliento o esfuerzo, dar vigor”). Expresarnos de manera bondadosa. Como nos enseña uno de los acuerdos toltecas hay que ser exquisito a la hora de elegir las palabras para expresarnos. Palabras humildes. El amor hace peticiones, no demandas. Damos orientación, no ultimatums. Cuando hacemos una petición, afirmamos su valor y sus capacidades.
2º. Tiempo de calidad. Darle a alguien toda la atención en ese espacio de tiempo. Cuando el lenguaje de tu pareja es este, si no se ha cuidado este aspecto, sentirá que se ha ido vaciando y no se sentirá segura de tu amor. Por lo que la emprende contra lo que piensa que le roba tu tiempo, por ejemplo, tu trabajo. En realidad, no detesta tu trabajo. Detesta el hecho de que recibe muy poco amor (tiempo) de ti. Cuando hablamos de tiempo de calidad, hablamos de una atención enfocada, de una conversación de calidad, de actividades de calidad que realizar en pareja: solo los dos.
3º. Regalos. Un regalo es algo que puedes tener en tu mano y decir. “Mira, él estaba pensando en mi” o “Ella se acordó de mi”. Debes pensar en alguien para darle un regalo. El regalo mismo es un símbolo de ese pensamiento. No importa si cuesta dinero. Lo importante es que pensaste en esa persona. Los símbolos visuales del amor, son más importantes para unas personas que para otras. Pero también existe un regalo intangible que a veces dice más que un regalo que uno pueda sostener en su mano: el regalo de uno mismo o el regalo de la presencia. Por ejemplo, estar presente cuando te necesita. Esto difiere del tiempo de calidad. Es estar en momentos críticos que sabemos importantes para nuestra pareja.
4º Actos de servicio. Hacer cosas que sabes que a tu pareja le gustaría que hicieras relacionadas con los quehaceres y actividades del día a día. Suelen ser cosas que, por regla general no nos va a apetecer hacer. Pero, precisamente por ello es una acto de amor: Realizar aquello que nos cuesta un esfuerzo o sacrificio. A la larga, este ejercicio te transforma y descubres que ciertas acciones te salen solas. Te descubres amando sin mas.
5º Toque físico. Y no estamos hablando simplemente de tener relaciones sexuales que es lo que diferencia la relación de amistad de la relación de pareja. Son sobre todo pequeños gestos en el día a día como: tomarse de la mano mientras se pasea o se ve una película; las miradas cómplices en mitad de una reunión de amigos; un abrazo cuando nos cruzamos en el pasillo; un beso antes de cada despedida en el día a día; un masaje improvisado en un pie mientras vemos una serie o unas cosquillas suaves en la espalda, son maneras de comunicarle amor emocional a nuestra pareja.
Seguramente, al leerlo habrás pensado que tienes un poco de todo. Y efectivamente, así es. Pero de todos los lenguajes siempre hay uno que no es negociable y sin el cual la relación comienza a agrietarse. Sin esa forma de comunicación, nos vamos percibiendo menos amados, relegados y no importantes para nuestra pareja.
Y con ello, comienzan los problemas. Conocer tu lenguaje primario del amor y el de tu pareja, te proporcionará una gran herramienta para que vuestra relación, no solo permanezca sana, sino que crezca y se enriquezca constantemente.
En la siguiente entrada, podéis encontrar el cuestionario que propone Gary Chapman para averiguar cuál es tu lenguaje primario del amor y el de tu Ser humano favorito.
¡Abrazo sostenido, de corazón a corazón!
Agradecimiento desde estas líneas a Mariana quien me dio a conocer esta maravillosa herramienta.