“Cada vez soporto menos a la gente” by Tania Evans
En los últimos tiempos, es cada vez más frecuente escuchar esta terrorífica frase.
Cada vez soporto menos a la gente
¿Y por qué digo terrorífica? Porque, si bien la soledad elegida y el tiempo de introspección son regalos necesarios e imprescindibles para el ALMA, el SER HUMANO es un animal social que crece, se desarrolla y potencia en contacto e interacción con otros.
Somos Animales Humanos y el haber olvidado (hasta negado) la completitud de nuestra naturaleza nos ha llevado inexorablemente a la enfermedad. Y cuando el individuo, alienado de los otros por una sociedad que fomenta y alimenta el individualismo y la separación, se desconecta de su alma, tratando de racionalizar hasta la pena más legitima, la sociedad entera se desmorona.
Nuestro rostro, como el del video que acompaña a este post, es el espejo del estado interno.
Es cierto que hemos de saber identificar que lugares, acciones y sobre todo personas, nos desgastan, nos enferman y nos roban nuestra energía vital. Pero de la misma manera, hemos de aprender a reconocer y atesorar, todos aquellos lugares, acciones y seres humanos que nos encienden e iluminan y asegurarnos una buena dosis diaria de todos ellos.
Esta sociedad alienta el “¡Tú solo puedes!”.
Pero de verdad ¿Tú solo puedes?
¡Os abrazo fuerte y sostenido!
Tania
Esta sociedad alienta el “¡Tú solo puedes!”.
Pero de verdad ¿Tú solo puedes?
Y si, puedes, “sanamente” durante un espacio de tiempo limitado y con un desgaste físico, emocional, psicológico y espiritual, INNECESARIO que a la larga, te enfermará.
A modo de ejemplo, las personas que tras una catástrofe, permanecieron en comunidad y compartieron el día a día, no experimentaron apenas síntomas de estrés pos traumático, a diferencia de las personas que se aislaron en sus casas pegadas a sus televisores, recibiendo constantemente imputs negativos y mensajes anticipadores de desgracias mayores. Éstos últimos presentaron mayor cantidad y variedad de síntomas de TEPT y de todo tipo de enfermedades físicas.
Apoyarnos en nuestros seres queridos, crear y alimentar con mimo, redes de seguridad a través de amigos, compañeros de trabajo, pareja nos garantiza una salud completa.
Por ello, cuando te escuches decir “Cada vez soporto menos a la gente”, da un paso atrás y haz un ejercicio de contemplación para descubrir lo que habita en ti, lo que necesitas, aquello que te desgasta, aquello que te abraza y comienza la labor de limpieza por un lado y de siembra por otro.
Como la tierra para ser cultivada, hay que limpiar nuestra vida, ararla, sembrar y desarrollar la paciencia para permitirnos ver los frutos de ese cuidado a uno mismo y a los demás.
Para que nuestro rostro se ilumine cono el del protagonista del video cuando se haya rodeado de “buenas vibras”.
¡Os abrazo fuerte y sostenido!
Tania
